jueves, 3 de junio de 2021

RETOS DEL MERCADO INMOBILIARIO PARA EL 2021

 

Por: Urbanista Martín Fernández

Director de TIR INMOBILIARIOS S.C.

Artículo publicado en Xinergia Inmobiliaria (02/06/2021) 
https://xinergiainmobiliaria.com/mercado-inmobiliario-en-venezuela-2021/



MIRANDO HACIA ATRÁS PARA APRENDER.

En los estudios de mercado inmobiliario realizado en nuestra oficina para el Área Metropolitana de Caracas (en lo adelante AMC), se determinó que la demanda efectiva (transacciones registradas) viene contrayéndose de manera importante desde hace más de quince años, como consecuencia, en un primer momento, de un crecimiento irracional de los precios inducido por una alta liquidez en la economía, que vieron en los inmuebles un refugio de protección del capital y, en un segundo momento, de la aguda crisis económica provocada por la hiperinflación, control cambiario, la devaluación de la moneda (informal y oficial), la falta de financiamiento y la crisis política, entre otras.

Los altos precios en los mercados ocurridos un poco antes y al principio de la actual gestión de gobierno, motivaron la inversión inmobiliaria en nuevos desarrollos de tipo corporativos de oficinas combinadas con comercios y de apartamentos en zonas de alto estándar socioeconómico, sin correlación alguna con una demanda real o concreta, sino más bien aprovechando la ruleta financiera presente en ese momento, por lo cual hacía prever que era cuestión de tiempo que se desplomara.

El resultado de toda esta incongruencia es que, para el año 2019 (fecha de dicho estudio), existía un inventario importante en venta primaria, como se expone a continuación:

-   En el caso de desarrollos de apartamentos localizados en zonas de alto estándar se presentaban más de 190.000 m2 (más de 1.100 unidades), que según nuestros cálculos serían absorbidos en no menos de 10 años, tomando en cuenta que este tipo de producto va dirigido a no más del 2% de la población del AMC. Es necesario destacar que la demanda ha perdido su capacidad de reacción, debido a: disminución del poder adquisitivo familiar, desaparición del crédito hipotecario, desaparición de la construcción de viviendas para la clase media, altos costos de construcción versus precios de venta por encima del mercado y una alta aversión al riesgo.   

-  En cuanto a las oficinas, la situación es más crítica. El inventario de nuevos desarrollos para ese momento era de casi 420.000 m2, que sumado a la vacancia existente de 100.000 m2 determina un total de 520.000 m2, cuyo tiempo de absorción se estimó para no menos de 25 años. Ahora bien, durante el 2020 la construcción siguió, y estimo que adicionalmente se han incorporado a dicho inventario un total de 115.000 m2 (espacios en construcción y vacancia actual); es decir, calculo que existe un total 635.000 m2 disponible, para los cuales se necesitará más tiempo para su total comercialización en el mercado, bien sea en arrendamiento o en venta.

-   Cuando se analizaron los espacios comerciales ubicados en centros comerciales, el estudio determinó que existía un excedente de 270.000 m2. Estos espacios se justificaban en años anteriores de bonanza, cuando la venta anual de los fondos de comercio se encontraba entre 3,000 US$/m2 y 4,500 US$/m2, pero debido a la contracción económica dichas ventas se redujeron drásticamente, ubicándose por debajo de US$ 300/m2 para el 2018. Esta situación es congruente cuando consideramos que hoy en día se necesitan más de 90 salarios mínimos para alcanzar el valor de una Canasta Básica Familiar, en contraste con el año 2009 cuando era suficiente algo menos de 3 salarios. Y para acentuar la alta disponibilidad de este tipo de espacios, hay que considerar que existen, aproximadamente, más de 185.000 m2 en las plantas bajas de los nuevos desarrollos corporativos de oficinas como opción de localización para negocios que prefieren tener frente a la calle.

Por otra parte, tomando como base los boletines estadísticos publicados por la Cámara Inmobiliaria Metropolitana, la cantidad total de ofertas para la venta (apartamentos, oficinas y locales comerciales) crecieron significativamente de un promedio de 1.445 anuncios mensuales, en el año 2015, a 5.131 anuncios mensuales en el año 2020, a pesar de la pandemia que produjo cierres de notarías y registros los primeros 5 meses y que luego fuera de forma cíclica. Sin embargo, estas cifras se encuentran muy alejadas a la cantidad histórica de casi 12.000 transacciones promedio por año que se negociaban en el período 1986 - 2008.  

Y en cuanto a los precios promedios medidos en términos reales, al comparar estos mismos años, se puede apreciar un relevante descenso que osciló entre un 40% y 50%, cuya explicación es la contracción de la demanda y una excesiva oferta. Este descenso de los precios es una consecuencia originalmente de factores políticos y económicos, siendo los más relevantes el conflicto entre el poder ejecutivo y legislativo ocurrido durante los años 2016 y 2017, con sucesivas intervenciones del TSJ en las decisiones legislativas. Luego, a partir del 2018, los precios mostraron una relativa estabilización; sin embargo, en el 2020 puede apreciarse un descenso que pudiera verse como una tendencia para el presente año.

Ahora bien, esta contracción de los precios ofertas, los cuales son reflejo de una expectativa emocional (no quieren asumir la pérdida patrimonial), no corresponden con la contracción de los precios finales estimados de cierre (negociación oficial en los registros inmobiliarios) la cual es más acentuada, siendo entre 50% y 74%, dependiendo del tipo de inmueble. En síntesis, ha ocurrido una pérdida de valor importante de los inmuebles en los últimos 6 años.

Si comparamos los precios promedios de las ofertas y de lo registrado, existe una diferencia que se define como "efecto regateo" que, para el 2020, se ubicó entre un 20% (locales comerciales) a 60% (oficinas), cuando en el 2015 el rango era entre 10% (apartamentos) y 25% (oficinas). Esto se puede entender como una reacción caprichosa de la oferta a no bajar sus expectativas de precios a niveles más accesibles para una demanda debilitada; la cual pronto tendrán que aceptar, si quieren vender, puesto que el contexto económico y político dentro del cual nos encontramos no nos ayuda y, como consecuencia, deberán asumir la pérdida patrimonial que eso significa. Además, es importante considerar que más del 80% de las negociaciones realizadas en estos momentos están relacionadas con el arrendamiento, dejando relegadas las compraventas a un reducido porcentaje para aquella parte de la población que dispone de recursos, pero que no dejan de ser exigentes en el momento de negociar, puesto que asumen el alto riesgo que significa invertir en nuestro país.   


UN MERCADO SORPRENDIDO POR LA PANDEMIA.

La situación actual provocada por la pandemia COVID - 19, no solo en nuestro país, sino a escala mundial, ha acelerado procesos que venían cambiando la dinámica del comportamiento humano en su interacción con los inmuebles, tales como: el teletrabajo, tiempo compartido, coworking, coliving, el comercio electrónico y la manufactura y distribución de bienes y servicios, entre otros. Para reafirmar esto, en la publicación "Perspectivas Económicas 2021" (Venamcham, Febrero 2021) el 69,2% de los encuestados afirman que mantendrán el "home office" como una alternativa a la modalidad de trabajo presencial y que el 97,1% opina que la digitalización estará más presente en su empresa, lo cual significa un cambio de paradigma en las nuevas formas de trabajo.  

Dichas nuevas características de la demanda están condicionando el uso de los espacios inmobiliarios, y éstos tienen poca flexibilidad para moldearse a éstas nuevas exigencias. El teletrabajo, que no necesariamente significa trabajar en casa, conlleva a una utilización nula o más esporádica de los espacios de oficinas como la veníamos experimentando, dando lugar a la aparición de esquemas de tiempo compartido y a dinámicas similares como coworking y coliving, en lugares diseñados específicamente para ello, como también al desplazamiento del trabajo al hogar, con las limitaciones de diseño espacial y de relación interna familiar que ello conlleva.

Es interesante mencionar que la pandemia ha generado en otros países, y que seguramente aquí también surgirá, situaciones donde han florecido emprendimientos independientes dispuestos a trabajar en un mismo espacio, distribuyendo los costos de local, como por ejemplo, restaurantes que comparten la cocina y venden por "delivery" o "pick up" sus productos. Si bien esto puede cambiar luego de la pandemia, es una solución que les permitirá sobrevivir a esta situación hasta que puedan recibir comensales en sus locaciones.   

Esta situación trae como resultado que los requerimientos de espacios de oficina por empleo se van a reducir, haciendo que la absorción del inventario existente en el mercado sea se prologue aún más en el tiempo. Y en el caso de los hogares, se generará un conflicto funcional de convivencia entre lo familiar y las actividades de trabajo y del colegio o universidad, que solo se podría resolver si la vivienda es lo suficientemente amplia como para separar los roles o decidir mudarse a otra vivienda cuyo diseño lo permita, lo cual sería complejo en los momentos actuales y que se ejecute en el corto plazo.

Por otra parte, en el caso de los centros comerciales pareciera que podrían afectarse por el comercio electrónico, que es una de las causas por la cual vienen cerrando una gran cantidad de estos tipos de establecimientos en los EEUU y Europa; sin embargo, pienso que, cuando el problema generado por la pandemia se resuelva, volverán a vitalizarse pero con una visión comercial ajustada a la realizada venezolana, como ha ocurrido en otros países donde  han sucedidos crisis inmobiliaria que impactaron sus economías, provocándose cambios en las características del consumo. Esto quiere decir que dicha transformación estará más relacionada con el consumidor (preferencia por precios más económicos de los productos sacrificando las marcas, reducción del consumo superfluo, menos cantidad de visitas a restaurantes, compras por internet de aquellos bienes con cuales se tiene buena experiencia, etc.) y no con un posible rediseño estructural o eliminación de los centros comerciales. Además, no hay que olvidar que estos establecimientos son lugares con funciones adicionales al comercio, como son el de recreación y entretenimiento,  lo cual es vital para el ser humano y más en una ciudad donde hay escasas opciones alternas. Finalmente, a mi parecer, los centros comerciales y el comercio electrónico pueden convivir en esta compleja situación. 

Una nueva circunstancia que pone en duda una posible reactivación de la industria manufacturera, específicamente la relacionada con alimentos, es el crecimiento de la importación debido a la flexibilidad para el acceso de divisas y a nuevos canales de distribución y venta al mayor y a minoristas. Esto debilita aún más a las empresas que permanecen activas, las cuales  lo hacen produciendo por debajo del 25% de su capacidad instalada, originándose como consecuencia una gran cantidad de establecimientos industriales (galpones y edificios) vacantes en el mercado, que pudieran adaptarse a esta nueva tendencia como centros de acopio o depósitos para establecer canales eficientes de distribución en la ciudad, siempre y cuando exista una buena relación de valor o arrendamiento del inmueble con la rentabilidad del negocio. Ahora bien, el gran reto es que estos tipos de inmuebles puedan adaptarse rápidamente a estos requerimientos, especialmente en lo relativo a: tamaño, diseño funcional y localización, en un mercado inmobiliario muy competitivo.     

En síntesis, como bien expone el profesor Lorenzo González Casas en su artículo "Osteoporosis urbana: los efectos de la diáspora en la ciudad venezolana" (publicado en la revista Debates IESA, 9/11/2020), se ha producido una despoblación de la ciudad y una reducción de las actividades económicas que nos muestra un proceso cada vez más drástico de "desconexión entre la estructura y la dinámica citadinas" (cita textual). Esto implica una incongruencia en nuestra ciudad Caracas, que muestra una gran disponibilidad de espacios en edificaciones (oficinas, comercios, apartamentos e industrias) viejas y nuevas que no corresponden al tamaño de población existente y a la economía urbana de la actualidad, lo que traerá como consecuencia que veremos en un futuro cercano estructuras mostrando una rápida obsolescencia de tipo funcional y económica, con la grave pérdida de valor patrimonial que eso significa.   


EL RETO DEL MERCADO EN UN AMBIENTE CAMBIANTE.

Con el propósito de motivar la creación de nuevas ideas en el lector y no en acertar el complejo futuro que nos viene, expongo a continuación una serie de comentarios para el análisis del lector.

-    Es importante entender que nos encontramos en una etapa de cambios concurrentes  en cuanto a las características de la demanda (tamaño, gustos y preferencia, condiciones sociales, condiciones laborales, niveles de exigencias, formas de pensar, etc.) a las cuales los inmuebles deben buscar la manera de adaptarse y readaptarse con cada cambio. Es decir, debe desarrollarse una inteligencia de mercado que sea ágil y que permita atender los nuevos requerimientos de manera óptima. Para ello, el gran reto de los desarrolladores y de los propietarios de pequeñas unidades es tener la forma de poder moldear sus inmuebles a necesidades cambiantes, lo cual implica el apoyo de la gestión pública local con novedosas normas urbanísticas.

-    Nuestra ciudad Caracas ha perdido competitividad antes otras ciudades del mundo. En la publicación "World's Best Cities" (elaborado por Resonance Consultancy, 2021), donde se evalúa características como: localización,  productos y servicios, características de la población y nivel de formación, programas culturales, nivel de prosperidad (PIB per cápita, tasa de desempleo y niveles de ingresos), entre otros, Caracas no figura en dicho listado. En otra publicación "Las ciudades más y menos habitables del mundo"  (publicado por Economist Intelligence Unit, 2019), Caracas se encuentra por encima de las 9 peores habitables, es decir, por encima de ciudades como Argel (Argelia), Douala (Camerún) y Harare (Zimbabwe), entre otras. Esto significa que tenemos mucho que mejorar si queremos ser un polo de atracción de inversionistas, lo cual requiere que, además de reformar los servicios y el nivel de seguridad (jurídica y social), nuestros precios inmobiliarios deben corregirse a niveles competitivos de los mercados internacionales.      



-   La pandemia COVID 19 ha generado una crisis económica mundial aguda, lo cual ha provocado que los fondos de inversiones inmobiliarias hayan cambiado sus planes de inversión, enfocando su prioridad a la recuperación de su país sede. Esto significa que si antes teníamos algunas pretensiones de captar inversiones extranjeras, ahora solo contamos con nuestros propios inversionistas, que de igual manera exigirán condiciones favorables de precio para sumir el riesgo implícito.

- Por razones de costos, los inmuebles de segunda mano tienen mejores posibilidades de comercializarse en el corto plazo, en comparación con aquellos de venta primaria que requieran trabajos de remodelación y adecuación. Sin embargo, el inventario vacante es tan amplio que deberán surgir modalidades novedosas de comercialización y adaptación a la demanda que aún no podemos definir, quizás aparezcan fórmulas de compraventa compartida de una misma unidad, migración de inmuebles hacia el mercado de criptomonedas, reconversión o reciclaje de inmuebles hacia otras modalidades de uso, convivencia de varias empresas en un mismo lugar, entre otras.

-    Al revisar la publicación de Venamcham, antes citada, podemos apreciar que existe un optimismo en los empresarios, reflejado en que el 75% piensa que, una vez terminada la pandemia, su productividad alcanzará el nivel que tenía antes del inicio de la misma, y el 82,60% tiene de "regular hacia buena" a "buena" expectativas para el presente año; es decir, está presente un optimismo conservador y consciente de las circunstancias y que están dispuestos a seguir emprendiendo en el país. Esto implica que aún existe una solidez de las empresas actuales, quienes están ocupando inmuebles, que permitirá sobrellevar las dificultades que se presenten en este año.  

En conclusión, pienso que la clave para la reactivación del mercado inmobiliario está en la capacidad que tengan los inmuebles de adaptarse a la demanda, y para ello se requiere de un pensamiento gerencial ágil en la toma de decisiones que permita flexibilidad en una negociación, sobre todo porque lo importante es tener el inmueble ocupado generando un nivel de ingresos que, por lo menos, permita su mantenimiento óptimo y que se configure en el tiempo un tipo de sociedad colaborativa entre el propietario y el inquilino. Por otra parte, es necesario que la visión cortoplacista sea sustituida por una que esté enfocada a lograr un desarrollo sostenido del país, mediante una planificación de largo plazo donde  todos estemos comprometidos al éxito.


Bibliografía:

-   Estudios de mercado inmobiliario sobre apartamentos, oficinas y locales comerciales, realizado en los años 2018 y 2019 por TIR INMOBILIARIOS S.C.

-  "Perspectivas Económicas 2021: Economía en pandemia ¿oportunidad o desafío?" Venamcham, Febrero 2021.

-  González C., Lorenzo: "Osteoporosis urbana: los efectos de la diáspora en la ciudad venezolana". Revista Debates IESA. Noviembre 2020.

-  Manuel López Blázquez: "Re_pensando el mañana". Penguin Randon House Grupo Editorial. Fundación Telefónica. Marzo 2021.

-  "2021 World's Best Cities". Publicado por Resonance Consultancy.

-    Buckley, Julia: "Las ciudades más y menos habitables del mundo en 2019 (Caracas, en el top 10 de las menos habitables), según Economist Intelligence Unit". Septiembre 2019, CNNESPAÑOL.

 

FIN

#martinfernandez #martinfch6483 #tirinmobiliarios #tir

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# #terrenos


jueves, 6 de febrero de 2020

¿Cómo calcular el canon de arrendamiento de un inmueble?


Autor. Martín A. Fernández
Director – Socio de TIR INMOBILIARIOS S.C.
Fecha: 26/08/2019

Artículo publicado en XINERGIA INMOBILIARIA https://xinergiainmobiliaria.com/como-calcular-el-canon-de-arrendamiento-de-un-inmueble/

En esta oportunidad, el propósito de esta exposición es orientar a los asesores inmobiliarios en el cálculo del canon de arrendamiento para un inmueble, tarea muy recurrente en los negocios que hoy en día se están materializando.

¿Cuáles son las metodologías que pueden aplicarse?
En la estimación del canon de arrendamiento o alquiler, se pueden emplear dos enfoques, los cuales son: comparación directa o de mercado y una derivación del método capitalización de la renta, empleado para valorar. A continuación, se explican resumidamente dichos enfoques.

1) Comparación Directo o de Mercado.
Este procedimiento es el más empleado por su sencillez y porque es un método directo para obtener el alquiler aplicable a un inmueble. El procedimiento a seguir es similar a cuando se busca valorar un inmueble, solo que en vez de trabajar con precios unitarios (Bs./m2), se analiza el canon unitario mensual. Los pasos a seguir son:

-   Investigación de las ofertas de alquiler de inmuebles comparables al bien motivo de estudio, con el propósito de obtener una base de datos inicial. La referencia a trabajar es el canon mensual por metro cuadrado (US$/mes/US$).
-  Análisis de la información haciendo comparaciones entre los datos que conforman la muestra y también con respecto al inmueble en estudio (se toma en cuenta consideraciones de acabados, localización, condominio, cantidad de puestos, etc.), con la finalidad de depurar aquellos alquileres unitarios atípicos (muy bajos  o muy altos, condiciones distintas al inmueble, entre otras).
-   Análisis estadísticos para determinar indicadores de referencias: promedio, mediana, cuartiles, desviación estándar y coeficiente relativo de la desviación.
-  Conclusión del canon justo aplicable al inmueble, con base al análisis profesional de cual indicador de precio es el más justo, tomando en cuenta: la comparabilidad con los datos referenciales estudiados y la situación restrictiva actual del mercado.

La eficiencia de este enfoque dependerá de la cantidad y calidad de información que se logre obtener del mercado de ofertas, no olvidando que en la actualidad es importante verificar los precios de alquiler mediante una consulta directa al asesor inmobiliario que lo está ofreciendo.


2) Capitalización de la Renta o Enfoque de los Ingresos.
Este es un método indirecto y se utiliza cuando se quiere complementar el enfoque anterior, debido a que no estamos conformes con el resultado obtenido o que su aplicación se fundamentó en una muestra de pocos datos. Propiamente, este es un enfoque que se emplea para  valorar un inmueble en función de su renta potencial anual. En los procesos de tasación, este enfoque se define como: “Aquel procedimiento en el análisis de valuación que convierte los beneficios anticipados (renta en dinero o amenidades) que se derivan de la tenencia de la propiedad a un estimado de valor. El enfoque de ingresos es utilizado ampliamente en valuación de propiedades que producen renta. Los ingresos futuros y/o reversiones anticipadas se descuentan a una cifra de valor presente o monta presente por medio del proceso de capitalización.”[1]

Por otra parte, dicho proceso tiene como base el principio del “contrato contra la renta económica”, que consiste en: “el valor de una propiedad tiende a ser fijado por los beneficios netos anticipados que producirá y las personas con experiencia permiten que esto les guíe cuando estiman su valor. Sin embargo, una propiedad puede estar afectada por un contrato de arrendamiento que fije rentas netas por debajo o por encima de la renta económica (renta de mercado). En este caso, el valor de la propiedad tiende a ser determinado por los términos del contrato de arrendamiento o por los costos adicionales de su rescisión.”[2]

Según este enfoque, la fórmula básica para obtener el valor es:

Donde:
V = valor de la propiedad.
R = renta o ingresos producto del arrendamiento (netos o brutos).
T = tasa de capitalización (interés neto de la inversión, más la amortización o depreciación del capital).

Es necesario señalar que una propiedad inmobiliaria genera renta correspondiente, por una parte, al terreno, el cual tiene un carácter perpetuo, y por la otra, a las bienhechurías (construcción), en función de su vida económica remanente. Esto implica ciertas consideraciones teóricas para definir la tasa de capitalización. Sin embargo, un estudio de mercado comparativo de ventas y alquileres permite definir cuál debería ser dicha tasa, sin necesidad de entrar en detalles conceptuales.

Ahora bien, de la anterior fórmula básica de valoración por los ingresos, se puede derivar la renta o alquiler anual que una propiedad debe generar con base a su valor y a la tasa de capitalización (anual) del mercado, a saber:

Esta fórmula permite calcular el canon de arrendamiento en función de dos términos: el valor de la propiedad (obtenido por cualquier método valuatorio) y la tasa de capitalización anual. Por otra parte, ahora queda por resolver cómo determinar éste último término. Para ello, lo más recomendable es estudiar recurrentemente el comportamiento de los precios y de los alquileres, lo cual permitiría determinar la tasa con que se capitalizan entre ellos. En estudios realizados por nosotros (TIR INMOBILIARIOS S.C.), en los dos últimos años, dicha tasa ha promediado en 6,5% para oficinas, 3,5% para comercios y 5% para apartamentos.

A manera de ejemplo, a continuación se presenta un ejercicio para una mejor comprensión del procedimiento para el cálculo. Se tiene el caso de un apartamento de 230 m2,  localizado en Campo Alegre, cuyo valor de mercado se calculó en US$ 460.000.

Renta Anual  = Valor del Inmueble x 5% = US$ 460.000 x 5% = US$ 23.000 alquiler anual

Renta Mensual = Renta Anual / 12 meses = US$ 23.000 / 12 meses = US$ 1.917 alquiler mensual

Renta Mensual Unitaria = Renta Mensual / Área = US$ 1.917/230 m2 = US$ 8,34/m2/mes


Leyes que regulan el alquiler.
Es importante tomar en cuenta que, existen situaciones donde los alquileres se encuentran regulados mediante leyes especiales que definen el procedimiento para determinarlo, como son las leyes de arrendamiento inmobiliario para usos de vivienda y comercio; las cuales establecen las condiciones y procedimientos para dicho cálculo. Sobre esto, es importante señalar que los resultados determinados según estos procesos legales, no corresponden con la realidad del mercado actual. Por ejemplo, si se determina el canon de arrendamiento de un local comercial según se establece en la correspondiente Ley, se obtienen resultados que no corresponden a los precios de mercado. Esto se debe a que la metodología para determinar el valor del inmueble (como fuente básica de la fórmula) es el Método del Costo y, debido a la situación hiperinflacionaria existente, el costo de reposición a nuevo se ha incrementado de manera significativa, lo cual, como consecuencia, lleva a obtener un valor de las obras civiles que, sumado al terreno, deriva en un valor del inmueble muy por encima del valor de mercado.

FIN  

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[1] Briceño, Santiago: Terminología de Valuación de Bienes Inmuebles. Editorial Arte. Caracas. Página 260. Julio 1979.
[2] Briceño, Santiago: Terminología de Valuación de Bienes Inmuebles. Editorial Arte. Caracas. Página 514. Julio 1979.


La Localización como factor fundamental en los valores inmobiliarios


Autor: Martín A. Fernández
Director – Socio de TIR INMOBILIARIOS S.C.
Fecha: 31/01/2020

En esta oportunidad, la finalidad de esta exposición es sobre la Localización y su influencia determinante sobre el valor de los bienes inmuebles. Ahora bien, ¿A qué se refiere cuando se trata de Localización? Este es un término que comprende tres dimensiones, a saber: Localización geográfica, Localización Temporal de mercado y Localización de nicho. A continuación, se explica cada uno de éstos términos.


Localización geográfica: Se refiere al lugar donde el inmueble se encuentra asentado, lo cual significa que cada inmueble tiene una situación monopólica, gracias a su condición de inamovilidad. Esta Localización representa ventajas o desventajas que influyen en el valor inmobiliario, según las características propias del bien o externas a él, por ejemplo: accesibilidad que le permite una conexión a actividades complementarias o necesarias, acceso a los equipamientos de servicios urbanos (asistencial, educacional, recreacional, entre otros), ciclo urbano del sector (en crecimiento, madurez o en declinación y deterioro), paisajismo y visual lo cual depende de su altura (vista a cordillera montañosa y verde, o al mar, o a una vialidad ruidosa, o a un sector en decadencia, etc.), composición social homogénea, seguridad, gestión pública local y todo aquello que influye en la deseabilidad del entorno. Si el inmueble se localiza en un sector apetecible, es decir, atractivo para la población, ésto representa una tendencia a la revalorización de los precios inmobiliarios y una mayor rentabilidad para un inversionista; pero si el inmueble se localiza en un sector deprimente, los valores irán involucionando con el tiempo.

Para ampliar este concepto, se puede analizar el Área Metropolitana de Caracas, la cual está dividida en cinco municipios, cada uno de éstos en urbanizaciones, y pueden encontrarse subsectores en estas urbanizaciones; los cuales se diferencian en sus valores  inmobiliarios, dependiendo de las dinámicas urbanas que se presenten. Ahora bien, si abrimos la visión a todo el territorio nacional, nos encontraremos con ciudades que tienen condiciones económicas, sociales y de infraestructuras distintas, lo cual influyen en que existan, entre ellas, diferencias en valores de los bienes inmuebles. Y si tenemos una perspectiva más amplia aún, se pueden comparar las ciudades a escala mundial, con deseabilidades distintas (producto de que tan acertadas han sido las gestiones públicas locales y las políticas progresistas de los gobernantes de estado) y que atraen mayor o menor cantidad de inversiones, lo cual en el mercado inmobiliario puede representar una mayor o menor revalorización.

Localización Temporal de mercado: corresponde a las condiciones actuales y en el corto plazo del mercado inmobiliario, lo que condiciona la evolución de los precios en el tiempo. Si existe una situación donde la demanda supera la oferta, es decir, nos encontramos en un mercado deficitario, entonces nos encontramos en un escenario favorable para que los precios inmobiliarios mejoren; por lo tanto, estaríamos en un mercado de vendedores, quienes pueden aprovecharse de la escasez para forzar un aumento de los precios y hacer que los compradores acepten las reglas de juego que imponen los propietarios (a esta situación se le dice “buen time” para los vendedores y “mal time” para los compradores). Por otra parte, cuando la oferta supera la demanda, los roles de poder en el mercado cambian: los compradores establecen las reglas de juego en las negociaciones y pueden forzar a que los precios bajen (en este caso se dice que hay “buen time” para los compradores y “mal time” para los vendedores). Estas condiciones del mercado se pueden predecir con un estudio riguroso que analice la situación actual (tamaño de la demanda y de la oferta) y así determinar su tendencia para los próximos cinco años, de esta manera, los desarrolladores inmobiliarios pueden predecir el momento adecuado (“buen time”) para iniciar sus emprendimientos de inversión.

En la actualidad, específicamente en Caracas, se presenta una situación de superávit de forma acentuada, específicamente, en los productos inmobiliarios: oficinas, locales comerciales y apartamentos en zonas de alto estándar. Lo que quiere decir, es que se presenta un “mal time” para los vendedores y un “buen time” para los compradores, lo cual influye en un descenso de los precios inmobiliarios. Por supuesto, la situación de recesión económica, condiciones sociales en detrimento y la incertidumbre política del país, también afectan en dicha contracción inmobiliaria.

Localización de nicho: se refiere a aquel producto inmobiliario cuyo mercado se ha motorizado porque se encuentra en sintonía con un tipo de demanda (no satisfecha) el cual tiene características de novedad. Esto quiere decir que, aquellos inmuebles que encajan con dicho nicho de mercado, tendrán ventajas competitivas con respecto a otros inmuebles, lo cual influenciará en tener un mayor precio. Como ejemplo, podría decirse aquel momento cuando surgieron los apartamentos tipo estudio, como segunda vivienda,  en zonas costeras, lo cual representó un modelo novedoso de producto inmobiliario; otro ejemplo, más reciente, es el centro comercial Sambil, quien cambió el concepto de la gestión y funcionamiento de este tipo de inmueble y también la conducta del consumidor. En la actualidad, ha surgido un tipo de demanda muy particular de fondo de comercio: “Los Bodegones”; los cuales requieren de locales comerciales, preferiblemente en calles, ésto aparentemente pareciera un nicho de mercado que, aprovechando ciertas condiciones del país, se ha multiplicado y está reactivando ciertos tipo de inmuebles.

Por otra parte, si bien pareciera que este tipo de mercado (de nicho) es una condición de suerte, considero que se puede predecir o, por lo menos, estar preparados. Si estudiamos las condiciones sociales de la población y entendemos cuáles son sus necesidades, se puede pensar en proyectos de viviendas con tipologías de apartamentos que se adecúen a la situación actual, como también en tipos de comercios y oficinas que vayan de a mano de la demanda (la cual cambió y es muy distinta a la tradicional). Por ejemplo: apartamentos pequeños, oficinas compartidas (coworking), fórmulas de inversión colectiva, comercios de vitrinas virtual o en sitio (con depósitos hacia las afueras y despachos a domicilio), mercado de arrendamiento en vez de venta, mercados de cripto activos, entre otros. Estas son tendencias que han surgido en países desarrollados a los cuales podemos copiar. Para ello, se requiere estudiar seriamente lo que otros países están haciendo y pensar cómo podría aplicarse a nuestros mercados.

La única manera para que nuestro mercado inmobiliario se reactive es que se diseñen fórmulas innovadoras orientadas a nichos de mercado que busquen satisfacer sus necesidades y que se ajusten a sus condiciones económicas, sociales y a su actividad profesional.

FIN  

#inmueble #valor #precio #mercadoinmobiliario #caracas #coworking #cripto

martes, 5 de noviembre de 2019

¿QUÉ SE ESPERA DEL MERCADO INMOBILIARIO PARA EL 2020?


Por: Martín A. Fernández Ch.
Director socio de TIR INMOBILIARIOS S.C.
@tirinmobiliario www.tirinmobiliarios.com

Publicado en www.tusmetros.com


Este año comenzó con una expectativa de reactivación del mercado inmobiliario provocada por lo que se denominó “Efecto Guaidó”, produciéndose reacciones de subidas de precios; sin embargo, esto duró muy poco, no debido a que dicho proceso político se ralentizó (situación que considero natural por la complejidad política actual), sino a que existen condiciones estructurales del mercado que hacen entender que su recuperación, de producirse, será lenta y a largo plazo, quizás a mediano plazo, para algunos rubros. Alguien puede estar en desacuerdo conmigo en cuanto a la velocidad de recuperación que estoy visualizando, pero en lo que sí tenemos que coincidir es que no será en el corto plazo (antes de 5 años). Esto lo expliqué en un artículo publicado en fecha 25/02/2019 (“Los precios inmobiliarios y el efecto de expectativas de cambio”, tusmetros.com), en el cual afirmé que se necesita recuperar la ciudad de Caracas (lo que aplica a todas las ciudades del país) para que nuestros inmuebles merezcan mejores precios de mercado y que es necesario la implementación de un plan integral de recuperación económica y social para el país.

En los estudios de mercado que hemos realizado, para oficinas, locales comerciales y apartamentos de alto estándar, realizados en estos dos años, se demuestra que los precios promedios en el Área Metropolitana se encuentran por debajo de US$ 500/m2, que la demanda efectiva (operaciones registradas) vienen descendiendo en los últimos cinco años a una tasa promedio anual igual o por encima del 15% (en la actualidad se comercializan entre 6% y 10% de los metros cuadrados máximos históricos: 260.000 m2 de oficinas en 1994, 229.765 m2 de locales comerciales en 1997, y 2.343.979 m2 de apartamentos en el 2006) y que las condiciones socio económicos de la población son críticas (antes del 2013, bastaba entre 2,5 y 3,4 salarios mínimos integrales para alcanzar la canasta básica familiar, hoy en día se necesitan 82 veces el salario mínimo para alcanzar la canasta básica familiar).

Por otra parte, en el caso de oficinas y locales comerciales, existen un excedente en el mercado (vacancia o espacios disponibles en edificaciones tradicionales y proyectos nuevos construidos o en construcción) que, según nuestras estimaciones, si en lo que queda de este año se iniciara un plan de recuperación económica, tardarían más de 15 años para absorberse. Estamos hablando que en la actualidad existen, aproximadamente, más de 420.000 m2 de oficinas en proyectos recién terminados o en construcción, y una vacancia estimada en más de 110.000 m2. En el caso de locales comerciales, la situación depende del nivel de consumo y el poder adquisitivo de la población, lo cual se ha contraído abruptamente, lo que permite inferir que existen más de 200.000 m2 de locales en centros comerciales que no tienen respuesta en el mercado para hacer que los fondos de comercios se sostengan. Y cuando se trata sobre el mercado de apartamentos, sólo se están construyendo apartamentos en sectores urbanos de alto estándar en el Área Metropolitana de Caracas, cuya situación es compleja producto de que los altos costos de construcción no pueden tener una respuesta adecuada con respecto a los precios del mercado, lo que merma la rentabilidad de los proyectos; además, existe una sobre oferta en la construcción (en la actualidad se presenta una disponibilidad por encima de 190.000 m2) cuya absorción se estima que será, aproximadamente, en ocho años (considerando que se inicie la reactivación).

Ahora bien, muchos preguntan cuándo se van a recuperar los precios a niveles antes del año 2013, cuando los inmuebles llegaron a ubicarse por encima  de US$ 4,000/m2 en las mejores zonas de Caracas. A esto, hay que responder que en ciudades funcionales (que se encuentran en óptimas condiciones) de países suramericanos con economías estables y superiores a las nuestras, como son Argentina, Colombia y Chile, el precio promedio de las oficinas corporativas es US$ 3,000/m2, en el caso de los locales comerciales es US$ 5,000/m2 y los apartamentos en sectores de alto estándar es US$ 4,000/m2. Y en contraste con esto, las ofertas actuales de venta de productos inmobiliario de primera, tienen expectativas de precios (a mi parecer aún optimistas) que promedian los US$ 2,300/m2, US$ 3,300/m2 y US$ 2,500/m2, respectivamente, Es decir, primero hay que preguntarse cuánto tiempo estimamos para la recuperación del país y, por consiguiente, para la ciudad de Caracas, a estándares de calidad urbana similares a nuestros vecinos regionales, lo cual estimo que será en el mediano plazo (entre 5 y 10 años), contados a partir del inicio de la recuperación económica y social del país, pero se necesitará más tiempo para que el excedente existente se absorba y los precios se recuperen. A manera de referencia, aunque son mercados distintos, cuando ocurrió la crisis inmobiliaria en Florida (EEUU), el mercado de apartamentos necesitó 2,7 años de recuperación por cada año de crisis, y si lo aplicamos a nuestro caso, desde el año 2013 van 6 años, lo que determinaría un tiempo mayor a 16 años para volver al tamaño del mercado inicial.

En otro orden de ideas, es importante entender que el mercado inmobiliario, como cualquier otro producto, depende de la economía. Históricamente está demostrado que la Ley de la Demanda y la Oferta siempre está presente en este tipo de mercado. Cuando se presenta un incremento de la demanda, generada por un poder de compra alto (originado por un aumento de ingresos o por facilidades para obtener un crédito bancario), inmediatamente los precios de los inmuebles suben si la cantidad de oferta disponible es escasa; y al subir los precios, los desarrolladores se incentivan a construir nuevos proyectos, saturando poco a poco el mercado hasta que lo precios se estabilizan y comienzan a bajar debido al exceso que se va presentando. En los momentos actuales, tenemos una situación de superávit (sobreoferta de inmuebles)  y bajo poder de compra, por consiguiente, la tendencia es que los precios sigan bajando, pero, ¿hasta cuánto seguirán disminuyendo? Siempre y cuando los inmuebles tengan una utilidad, tienen valor, lo que quiere decir que, no pueden llegar a valor cero (que el propietario regale el inmueble) o negativo (que el propietario le pague al comprador para que se quede con el bien). Pienso que llegará a un mínimo y se mantendrá en el tiempo con tendencia asintótica. Además, al igual que los inversionistas extranjeros (que ya se han presentado en el mercado, pero que aún no se han manifestado de manera importante), los propietarios de inmuebles tienen, por una parte, expectativas de que se presente un viraje en la conducción del país y se inicie una reactivación de la economía, y por la otra, no tienen deuda bancaria que los estén atosigando, porque la hiperinflación y la devaluación se encargaron de esfumarla.

Por último, hay que destacar que no están presentes las condiciones necesarias para una reactivación del mercado inmobiliario, menos aún con las nuevas sanciones de EEUU a aquellas empresas que se vinculen económicamente con el gobierno y, más recientemente, con la creación del impuesto al patrimonio,  situaciones que han repercutido negativamente en la atracción de inversionistas extranjeros y nacionales. En consecuencia, se espera que siga la tendencia a la baja de los precios, que continuemos con un alto inventario de inmuebles disponibles (ya construidos y en construcción) y que se presente una paralización de nuevos proyectos debido a los altos costos de construcción, los cuales no permiten una rentabilidad atractiva (a menos que exista un excedente de recursos monetarios y que el inversionista esté apostando a largo plazo).    

FIN

¿Cómo calcular el canon de arrendamiento de un inmueble?


Autor. Martín A. Fernández
Director – Socio de TIR INMOBILIARIOS S.C.
Fecha: 26/08/2019

Publicado en www.xinergiainmobiliaria.com 

En esta oportunidad, el propósito de esta exposición es orientar a los asesores inmobiliarios en el cálculo del canon de arrendamiento para un inmueble, tarea muy recurrente en los negocios que hoy en día se están materializando.

¿Cuáles son las metodologías que pueden aplicarse?
En la estimación del canon de arrendamiento o alquiler, se pueden emplear dos enfoques, los cuales son: comparación directa o de mercado y una derivación del método capitalización de la renta, empleado para valorar. A continuación, se explican resumidamente dichos enfoques.

1)    Comparación Directo o de Mercado.
Este procedimiento es el más empleado por su sencillez y porque es un método directo para obtener el alquiler aplicable a un inmueble. El procedimiento a seguir es similar a cuando se busca valorar un inmueble, solo que en vez de trabajar con precios unitarios (Bs./m2), se analiza el canon unitario mensual. Los pasos a seguir son:
-          Investigación de las ofertas de alquiler de inmuebles comparables al bien motivo de estudio, con el propósito de obtener una base de datos inicial. La referencia a trabajar es el canon mensual por metro cuadrado (US$/mes/US$).
-          Análisis de la información haciendo comparaciones entre los datos que conforman la muestra y también con respecto al inmueble en estudio (se toma en cuenta consideraciones de acabados, localización, condominio, cantidad de puestos, etc.), con la finalidad de depurar aquellos alquileres unitarios atípicos (muy bajos  o muy altos, condiciones distintas al inmueble, entre otras).
-          Análisis estadísticos para determinar indicadores de referencias: promedio, mediana, cuartiles, desviación estándar y coeficiente relativo de la desviación.
-          Conclusión del canon justo aplicable al inmueble, con base al análisis profesional de cual indicador de precio es el más justo, tomando en cuenta: la comparabilidad con los datos referenciales estudiados y la situación restrictiva actual del mercado.

La eficiencia de este enfoque dependerá de la cantidad y calidad de información que se logre obtener del mercado de ofertas, no olvidando que en la actualidad es importante verificar los precios de alquiler mediante una consulta directa al asesor inmobiliario que lo está ofreciendo.


2)    Capitalización de la Renta o Enfoque de los Ingresos.
Este es un método indirecto y se utiliza cuando se quiere complementar el enfoque anterior, debido a que no estamos conformes con el resultado obtenido o que su aplicación se fundamentó en una muestra de pocos datos. Propiamente, este es un enfoque que se emplea para  valorar un inmueble en función de su renta potencial anual. En los procesos de tasación, este enfoque se define como: “Aquel procedimiento en el análisis de valuación que convierte los beneficios anticipados (renta en dinero o amenidades) que se derivan de la tenencia de la propiedad a un estimado de valor. El enfoque de ingresos es utilizado ampliamente en valuación de propiedades que producen renta. Los ingresos futuros y/o reversiones anticipadas se descuentan a una cifra de valor presente o monta presente por medio del proceso de capitalización.”[1]

Por otra parte, dicho proceso tiene como base el principio del “contrato contra la renta económica”, que consiste en: “el valor de una propiedad tiende a ser fijado por los beneficios netos anticipados que producirá y las personas con experiencia permiten que esto les guíe cuando estiman su valor. Sin embargo, una propiedad puede estar afectada por un contrato de arrendamiento que fije rentas netas por debajo o por encima de la renta económica (renta de mercado). En este caso, el valor de la propiedad tiende a ser determinado por los términos del contrato de arrendamiento o por los costos adicionales de su rescisión.”[2]

Según este enfoque, la fórmula básica para obtener el valor es:

Donde:
V = valor de la propiedad.
R = renta o ingresos producto del arrendamiento (netos o brutos).
T = tasa de capitalización (interés neto de la inversión, más la amortización o depreciación del capital).

Es necesario señalar que una propiedad inmobiliaria genera renta correspondiente, por una parte, al terreno, el cual tiene un carácter perpetuo, y por la otra, a las bienhechurías (construcción), en función de su vida económica remanente. Esto implica ciertas consideraciones teóricas para definir la tasa de capitalización. Sin embargo, un estudio de mercado comparativo de ventas y alquileres permite definir cuál debería ser dicha tasa, sin necesidad de entrar en detalles conceptuales.

Ahora bien, de la anterior fórmula básica de valoración por los ingresos, se puede derivar la renta o alquiler anual que una propiedad debe generar con base a su valor y a la tasa de capitalización (anual) del mercado, a saber:

Esta fórmula permite calcular el canon de arrendamiento en función de dos términos: el valor de la propiedad (obtenido por cualquier método valuatorio) y la tasa de capitalización anual. Por otra parte, ahora queda por resolver cómo determinar éste último término. Para ello, lo más recomendable es estudiar recurrentemente el comportamiento de los precios y de los alquileres, lo cual permitiría determinar la tasa con que se capitalizan entre ellos. En estudios realizados por nosotros (TIR INMOBILIARIOS S.C.), en los dos últimos años, dicha tasa ha promediado en 6,5% para oficinas, 3,5% para comercios y 5% para apartamentos.

A manera de ejemplo, a continuación se presenta un ejercicio para una mejor comprensión del procedimiento para el cálculo. Se tiene el caso de un apartamento de 230 m2,  localizado en Campo Alegre, cuyo valor de mercado se calculó en US$ 460.000.

Renta Anual  = Valor del Inmueble x 5% = US$ 460.000 x 5% = US$ 23.000 alquiler anual

Renta Mensual = Renta Anual / 12 meses = US$ 23.000 / 12 meses = US$ 1.917 alquiler mensual

Renta Mensual Unitaria = Renta Mensual / Área = US$ 1.917/230 m2 = US$ 8,34/m2/mes


Leyes que regulan el alquiler.
Es importante tomar en cuenta que, existen situaciones donde los alquileres se encuentran regulados mediante leyes especiales que definen el procedimiento para determinarlo, como son las leyes de arrendamiento inmobiliario para usos de vivienda y comercio; las cuales establecen las condiciones y procedimientos para dicho cálculo. Sobre esto, es importante señalar que los resultados determinados según estos procesos legales, no corresponden con la realidad del mercado actual. Por ejemplo, si se determina el canon de arrendamiento de un local comercial según se establece en la correspondiente Ley, se obtienen resultados que no corresponden a los precios de mercado. Esto se debe a que la metodología para determinar el valor del inmueble (como fuente básica de la fórmula) es el Método del Costo y, debido a la situación hiperinflacionaria existente, el costo de reposición a nuevo se ha incrementado de manera significativa, lo cual, como consecuencia, lleva a obtener un valor de las obras civiles que, sumado al terreno, deriva en un valor del inmueble muy por encima del valor de mercado.

FIN  



[1] Briceño, Santiago: Terminología de Valuación de Bienes Inmuebles. Editorial Arte. Caracas. Página 260. Julio 1979.
[2] Briceño, Santiago: Terminología de Valuación de Bienes Inmuebles. Editorial Arte. Caracas. Página 514. Julio 1979.


lunes, 26 de agosto de 2019

¿Cómo valorar una parcela?

Autor: Urbanista Martín A. Fernández Ch.
Director socio de TIR INMOBILIARIOS S.C.
Fecha de edición: 17/06/2019

En esta oportunidad, se trata de exponer de manera resumida y básica el proceso para valorar un terreno urbanizado, con la finalidad de determinar su valor justo de mercado para que sirva como fundamento para su comercialización y así llegar al precio de cierre que se acerque a las expectativas de los involucrados (inversionista comprador y propietario vendedor).

Definiciones Previas.
  • Terreno urbano: que se localiza dentro de la poligonal de la ciudad; por consiguiente, debe tener sus Variables Urbanas Fundamentales asignadas por un plan local de desarrollo urbano local e implica que, sobre el terreno, se puede realizar una actividad propia de la ciudad, tales como: residencial (unifamiliar o multifamiliar), oficinas, comercial o industrial. En estos casos, la autoridad que rige lo correspondiente a su desarrollo constructivo es específicamente la Alcaldía del municipio donde se localiza el inmueble.
  • Terreno rural: que se ubica fuera de la poligonal de la ciudad, en consecuencia, la actividad que se puede generar es de tipo rural: agricultura, ganadería, agroindustrial, etc. Y las autoridades que tienen injerencia en el control de las actividades que allí se realizan son: la Alcaldía, La Gobernación y el Ministerio del Ambiente.
  • Terreno urbanizado: es toda aquella extensión de terreno (no existe alguna disposición que mencione límite de superficie) que tiene condiciones para ser desarrollado urbanísticamente, es decir: tiene acceso a los servicios (de red y equipamiento) y tiene Variables Urbanas Fundamentales asignadas, con base a una Ordenanza de Zonificación Urbana vigente. Por otra parte, cuando se habla de “parcela” implícitamente se refiere a un terreno urbanizado, y cuando se refiere a “lote”, es porque no se encuentra urbanizado, a pesar que ser urbano.
  • Variables Urbanas Fundamentales: son las condiciones de desarrollo inmobiliaria que le han sido asignadas a un terreno urbano, en función de la Ordenanza de Zonificación Urbana vigente. Dichas condiciones de desarrollo se refieren a: uso permitido (residencial unifamiliar o multifamiliar, oficinas, comercio o industria), porcentaje de ubicación (determina la superficie máxima donde la edificación puede estar construida dentro de la parcela), porcentaje de construcción (determina la volumetría constructiva de la edificación), retiros (son límites o distancias que la edificación debe respetar con respecto a los linderos de fachada, laterales y de fondo), densidad de población, cantidad de puestos de estacionamiento, definición de áreas de construcción computables y no computables, entre otras condiciones que la Ordenanza puede establecer para asegurar una armonía y bienestar de convivencia dentro de la parcela y la relación con su entorno inmediato y la ciudad, en concordancia con la imagen urbana que se persigue según el plan de Ordenación Urbanística.

¿Cuáles metodologías se aplican para valorar la tierra?
Para valorar este tipo de propiedad inmobiliaria, pueden emplearse tres enfoques metodológicos, a saber: Comparación Directa o Mercado, Incidencias y Uso Anticipado.

El primero, consiste en realizar un análisis del mercado de parcelas (transacciones registradas y ofertas de ventas) que sean, en lo posible, comparables con la propiedad a valorar. Al realizar un análisis estadístico de dicha información se obtienen distintos indicadores de precios (mínimo, intermedio mínimo, mediana, intermedio máximo, máximo, y promedio aritmético) que permiten orientar al analista en precisar el valor aplicable al inmueble en estudio. Este análisis es el que determina un valor muy aproximado al precio de una transacción inmobiliaria. Ahora bien, debido a que dicho análisis comprende el procesamiento de información medida por valores unitarios (US$/m2) en función de la superficie de la parcela, debe tenerse extremo cuidado que los datos referenciales sean comparables entre sí y, más profundamente, con la propiedad estudiada.

El segundo enfoque valuatorio, se aplica cuando el método anterior no puede emplearse porque es poco confiable debido a la poca o inexistente información (data de registro o de ofertas de venta) disponible para procesar. Tiene dos maneras de emplearse: una directa y otra contable o estática. La primera, consiste en aplicar directamente un factor porcentual al dato referencial correspondiente a un inmueble construido (por ejemplo, datos referenciales registrados o de ofertas de ventas de casas, suponiendo que sobre la parcela a valorar se puede construir una casa; en el caso de valorar una parcela industrial, los datos referenciales se referirían a galpones industriales), siendo el criterio del analista de definir el factor a aplicar dependiendo de la información empleada como muestra (por ejemplo: para el caso de galpones, la incidencia de la tierra estaría entre 5% y 10% sobre el precio de venta; en el caso de casas, la incidencia es mayor, llegando hasta un máximo de 20%). Como se podrá observar, este enfoque directo es muy subjetivo y depende del criterio del tasador, por consiguiente, lo hace poco confiable. El segundo criterio, el contable o estático, para determinar la incidencia de la tierra es más objetivo que el anterior y consiste en formular un Estado de Ganancias y Pérdidas tomando en cuenta la potencialidad de desarrollo de la parcela a valorar; es decir, se formula la cuenta “Ingresos” en función de las ventas de los productos inmobiliarios potenciales (se tiene que estimar el precio de venta de dichos productos según el mercado), luego se elabora la cuenta “Egresos” con base a: los costos directos de construcción, costos indirectos (estudios, inspección de obra, gerencia, administración, costos de ventas, permisología, etc.) y utilidad esperada, y finalmente, al restar los egresos a los Ingresos, se obtiene como resultado el valor de la tierra.

El último método, Uso Anticipado, es el más complejo de elaborar. Se trata de formular un Flujo de Caja Descontado del proyecto hipotético que potencialmente puede desarrollar sobre la parcela de terreno (según la Ordenanza de Zonificación vigente). Es decir, consiste en construir una simulación en el tiempo del comportamiento de dicho proyecto (etapa de construcción y ventas), definiéndose para cada período el origen y la aplicación de fondos, cuya resta determina el beneficio o la pérdida de ese momento (lo que se define como flujo de caja). Luego, los flujos de cajas se traen al tiempo presente (Valor Presente de los flujos de caja), tomando en cuenta una tasa de descuento, la cual representa el costo de oportunidad del inversionista, para obtener el beneficio del proyecto. Como el valor de la tierra es uno de los aspectos que componen la “aplicación de fondos”, se hacen iteraciones para obtener aquel valor que haga que el proyecto determine una Tasa Interna de Retorno atractiva para el inversionista.

¿Cuál método genera mejores resultados?
Definitivamente, el mejor enfoque es el de Comparación Directa o de Mercado, porque es el más objetivo y directo para obtener el valor justo de mercado y que sea lo más cercano al precio se cierre de una negociación. Ahora bien, cuando tenemos una ciudad como Caracas, donde quedan pocas parcelas vacantes, se hace complicado poder obtener una muestra de calidad para poder valorar bajo este enfoque, por consiguiente, es necesario complementar el estudio trabajando también con el Método de Incidencias (preferiblemente con el criterio contable o estático).

El Método de Uso Anticipado tiene una escasa aplicación cuando existen condiciones económicas críticas, como ocurre en la actualidad. Esto se debe a que existen variables exógenas al proyecto muy complejas de definir, tales como: inflación de los costos de construcción, tasa de crecimiento de los precios de venta, velocidad de venta de los productos inmobiliarios y, las más importantes, la tasa de descuento de los flujos de cajas y la tasa interna de retorno “atractiva” para el inversionista.

¿Qué significa que una muestra sea comparable?
Lo más importante para realizar un análisis de mercado de terrenos es la calidad de la muestra obtenida para procesar. Esto consiste, no solo en obtener una buena cantidad de información (se sugiere entre 10 y 20 datos) para poder tener opción de realizar una razonable depuración, sino también, que sea comparable con el inmueble en estudio.

La comparabilidad implica: ubicación (que los datos se refieran a parcelas de la misma zona o en zonas de conformación y deseabilidad parecidas) y la zonificación asignada según la Ordenanza Municipal vigente.

En síntesis, el secreto de un buen análisis de mercado dependerá de la calidad de la muestra que se ha procesado.   

Disyuntiva entre el valor de mercado y las expectativas del propietario.
En el caso de un terreno, éste tiene implícito un potencial de desarrollo, lo cual crea una expectativa de negocio. Por consiguiente, el propietario desea vender su propiedad al precio más alto posible porque piensa que es una pieza clave para que un inversionista obtenga un atractivo beneficio económico. Y el comprador - inversionista busca adquirir al precio más bajo posible, considerando que él asume la totalidad del riesgo porque enfrentará en solitario las dificultades endógenas y exógenas para poder desarrollar constructivamente dicha parcela.

El valor de la tierra será aquel que determine el mercado, el cual sabiamente lo fijará tomando en cuenta un equilibrio entre las expectativas del propietario y el riesgo de mercado que un inversionista desarrollador deberá asumir. Financieramente, la negociación se concretará cuando se logre aquel precio que permita un retorno atractivo y razonable a cualquier negocio inmobiliario que se permita desarrollar sobre el terreno.

Un aspecto muy importante a considerar sobre la expectativa de negocio que pudiera ejecutarse sobre la parcela de terreno en estudio, es que ésta debe corresponder a las Variables Urbanas Fundamentales asignadas en la Ordenanza de Zonificación “vigente”, y no sobre algún proyecto de modificación o rezonificación, porque su elaboración y aprobación conlleva tiempo y es poco previsible, debido a que se requiere el cumplimiento de varias etapas (en su aprobación intervienen los vecinos, la Alcaldía y el Concejo Municipal) según lo establecido en la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística.  

FIN 

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